La Dirección de Proyectos es una disciplina que pretende
enseñar cómo dirigir un proyecto con éxito, cumpliendo sus objetivos y
requisitos, en el plazo, coste y con la calidad establecidos, y satisfaciendo las
necesidades del cliente o usuario del proyecto y del resto de stakeholders
identificados.
Una definición formal de Dirección de Proyectos podemos obtenerla
del Project Management Institute (PMI): “la aplicación del conocimiento,
capacidades, herramientas y técnicas relacionadas con proyectos que hacen
cumplir sus expectativas”.
En este sentido la buena Dirección de Proyectos es la que
hace que un proyecto termine siendo un éxito. La mala gestión en los proyectos
o (su inexistencia) puede anular el esfuerzo, de incluso el personal con más
talento. No importa lo brillante que pueda ser el resultado del proyecto si finalmente
ha costado el doble de lo presupuestado o se ha terminado con un año de
retraso. Con esto no pretendo afirmar que no sea importante el trabajo mismo de
realizar el proyecto, pero sí que no es lo más fundamental dentro de éste.
En la Dirección de Proyectos enseñamos herramientas,
técnicas y qué competencias debe desarrollar un director de proyectos y su
equipo, para terminar con éxito el trabajo del proyecto. La Dirección de
Proyectos es multi-disciplinar y se puede aplicar en diferentes ámbitos como:
ingeniería, arquitectura, obras públicas, industria, investigación y
desarrollo, automoción, publicidad, tecnologías de la información y de la comunicación,
etc. Además yo siempre digo en mis clases, que todos tenemos proyectos
personales en los que también se pueden aplicar estos conocimientos: un gran
viaje, una mudanza, la apertura de un nuevo negocio o empresa, un curso, una
boda, la grabación de un video, etc.
La cuestión es que en España, muchos ingenieros y
arquitectos son buenos profesionales haciendo la parte técnica de los
proyectos, los cálculos, los dibujos, las especificaciones técnicas, etc. pero
tanto en España como en otros países latinos, dichos profesionales suelen
descuidar la formación y competencias necesarias para la gestión del proyecto,
la capacidad para iniciar, planificar, controlar y cerrar los proyectos.
Otro gran problema en los proyectos, es que no se
identifican los riesgos que pueden afectar al éxito del proyecto, quiero decir
que no se identifican los eventos que pueden hacer que no se consigan los
objetivos establecidos. Eventos, que en los proyectos personales que antes
comentaban, pueden ser los siguientes: mal tiempo en nuestro gran viaje, un
nuevo restaurante sin experiencia en la boda, no tener suficientes cajas en el
momento justo de realizar la mudanza, etc.
En la actualidad, la enorme competencia existente en los
mercados, la cada vez más corta vida de los productos, la disminución del
trabajo en serie o por procesos, la menor estandarización, y que debido al
actual contexto económico, son mayores las exigencias de eficacia y eficiencia
para todo tipo de organizaciones, la ciencia del proyecto y de la Dirección de Proyectos,
se hace más necesaria que nunca para que personas, grupos y organizaciones
logren alcanzar los objetivos de alcance, plazo, coste y calidad en los proyectos
en los que participan.
Por todo esto, yo recomiendo estudiar Dirección de Proyectos,
no solo a los ingenieros y arquitectos en construcción, obras públicas, industria,
informática, telecomunicaciones, etc., sino a todas aquellas personas que
trabajen con proyectos en distintos sectores como pueden ser: educación, diseño,
turismo, administración, comercio, marketing, organización de eventos, publicidad,
banca, finanzas, política, investigación y desarrollo, etc.
Un cordial saludo,
Mónica
Iglesias Sanzo
Certificada en Dirección de Proyectos IPMA D y PMP